31. La gestión legal y como nos puede salvar la empresa
"El buen abogado no es el hombre que tiene un ojo en todos los lados y ángulos de contingencia, y califica todas sus calificaciones, sino que se lanza de su parte con tanto entusiasmo, que puede sacarlo de un apuro" … Ralph Waldo Emerson.
Nadie compraría una casa sin leer antes el contrato que va a firmar, dado que podrían haber condiciones de las que no podríamos estar de acuerdo. Tampoco firmaríamos un contrato de trabajo sin haberlo leído antes, para verificar que todo lo ofrecido se encuentre en el documento. Sin embargo, muy pocos leemos el contrato del servicio telefónico o de apertura de una cuenta bancaria, más allá de las tasas que nos cobrarán y a veces ni siquiera eso.
Cuando estamos a cargo de una empresa o tenemos un puesto de responsabilidad en ella no podemos permitirnos el firmar algo sin leer el contenido, por más sencillo que el tema parezca, ya sea esta una carta, un acuerdo comercial, un contrato de servicios, etc. Esta responsabilidad es la que nos hace asumir las consecuencias de lo que firmemos, desde un punto de vista legal, profesional y ético.
Lo anterior aplica también cuando recibimos documentos que debemos validar, pues debemos saber que hacer con ellos ya que muchas veces requerirán una respuesta de nuestra parte y lo que digamos o dejemos de decir puede tener una implicancia muy grande en la empresa. Esto sin contar algún proceso legal que tengamos que atender y para el cual debemos prepararnos adecuada y diligentemente.
Ahora bien, continuamente debemos tomar decisiones respecto a distintos temas en la empresa y esas decisiones no solo pasan por documentos que ingresan y salen de la misma, también laborales o sobre temas tributarios o societarios, donde debemos conocer la normativa que aplica o incluso temas financieros, donde debemos negociar las condiciones con los bancos. En todos estos temas, incluso si somos un experto en todos estos temas, es importante asesorarnos con un profesional experto en temas legales que conozca la normativa aplicable y/o que si no la conoce sea capaz de buscarla, interpretarla y explicarla para nosotros recomendándonos la mejor estratégia a seguir.
Pocas empresas se pueden dar el lujo de tener un abogado como miembro permanente de su equipo, con quien consultar antes de tomar una decisión o sobre las dudas que pudiera tener, por lo que deben recurrir a una asesoria externa, que por ser generalmente costosa es limitada a ciertos temas que se consideren relevantes o que necesariamente requieran de un experto legal. Es por ello que muchas veces, en nuestra mejor intención, tomamos muchas decisiones basados en nuestra experiencia previa y hacemos lo posible por buscar resolver los temas de manera consensuada, esperando que suceda lo mejor, sin embargo, no siempre termina siendo asi y en ocasiones tendremos que buscar esa asesoria legal para hacer control de daños y evitar que la situación se nos vaya de las manos.
Esto no significa tampoco que tener un asesor legal in house resolverá todos nuestros problemas y nos salvará de toda situación posible, tampoco siginifica que es una personal infalible o con un conocimiento ilimitado, sino más bien, su trabajo será buscar el asesor externo más adecuado cuando se requiera una opinión más especializada o se requiera manejar un caso altamente complejo.
Todo lo anterior nos lleva a pensar que sin una adecuada asesoría legal estamos a merced de situaciones que pueden poner en riesgo a la empresa y la respuesta es si, pero esto es parte de ser un gerente, tomar decisiones todos los días, preparándonos para lo peor, pero esperando lo mejor y cada decisión que tomamos significa un riesgo que asumimos, por lo que debemos saber, o mejor dicho, analizar cada situación para saber cuando buscar esa ayuda legal que colabore con el objetivo de la empresa que es principalmente evitar los conflictos y dedicarse a su negocio protegiendo sus intereses de la mejor manera.
Un tema que no debemos dejar de lado es el tema normativo, el conocer las normas, saber cuando han cambiado, las consecuencias de su incumplimiento y como debemos implementarlas en la empresa, es un tema muy relevante que le quitará muchos dolores de cabeza potenciales a la empresa. Es por ello que debeos tener una forma de conocer esta normativa y aún más, entenderla, porque los términos legales pueden llegar a ser confusos en ocasiones o interpretarse de distintas maneras si no los ponemos en contexto de otras normas existentes, lo que hace aún más necesario contar con esa ayuda especializada que nos ayude en este propósito.
El contrato
Luego de no poder dormir toda la noche, al día siguiente fui a hablar con el gerente general para comentarle la situación, lo que le llevó, luego de increparme, a llamar a nuestro asesor legal externo para consultarle sobre el caso. Lo que nos pidieron fue recopilar todas las comunicaciones al respecto, desde el pedido inicial hasta la información del sistema donde se mostrará todo el servicio brindado al cliente. De la revisión de los documentos salió que el cliente había sido informado de las condiciones contractuales meses atrás, por otros servicios brindados e incluso había comunicaciones donde las aceptaba.
Una vez recopilada la información me aconsejaron reunirme con el cliente para explicarle que si no asumía el pago que correspondía tomaríamos las acciones legales que correspondieran y que si bien no había un contrato firmado podíamos demostrar que conocía las condiciones del mismo con antelación. Esto fue lo que hice y si bien el cliente estaba enojado, tuvo que asumir lo que correspondía.
Si bien esta situación es algo extrema, nos brinda un panorama de como una adecuada asesoria legal no solo nos puede salvar el dia, sino, que cuando lo hacemos con antelación podemos evitar cometer errores que podrían costarle caro a la empresa.
El objetivo de este articulo no es asustar o causar zozobra por el hecho de que si no contamos con asesoría legal para todo las cosas saldrán mal. Más bien, es brindar un mensaje de que es importante asesorarnos y seguir los consejos que nos brinden, así como debemos estar preparados porque es nuestra obligación estar preparados y si somos conscientes que no lo sabemos todos, debemos buscar a los profesionales que nos ayuden a tomar mejores decisiones y que defiendan nuestros intereses cuando sea necesario.
"La regla principal para el abogado, como para el hombre de toda profesión, es la diligencia" … Abraham Lincoln.
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