40. Prepararse para el futuro: la sobrevivencia de la empresa depende de ello



"... tomar la vida como Dios la hace; es una larga prueba y una preparación ininteligible para el destino desconocido" ... Víctor Hugo.


En un mundo ideal todo sería estable, no tendríamos preocupaciones porque las cosas saldrían como las habíamos planeado, todos harían lo que esperamos de ellos, por tanto, 
sabríamos lo que nos depara el futuro, el cual sería indefectiblemente el esperado; sin embargo, la vida no es así, el mundo no funciona como quisiéramos, las cosas no salen como lo habíamos planeado y las personas piensan diferente a nosotros y actúan muchas veces en consecuencia.

Hace muchos años un sacerdote me dijo algo que me quedó muy grabado, tienes dos opciones en la vida, ser aquello que tanto temes ser, simplemente porque es la vida que se espera de ti, lo que implica no hacer algo diferente, o ser aquello que quisieras ser, un camino que no será fácil, pero será un camino hacia un nuevo destino, fruto de una decisión consciente y que como toda decisión tendría sus consecuencias. Esta es una decisión que todos tenemos, podemos subir a un barco y dejar que nos lleve por donde el viento o las olas fluyan, o podemos buscar usar esas fuerzas externas a nuestro favor, lo que no solo implicará mucho esfuerzo, sino también, preparación para cualquier escenario posible, en que el viento cambie, las olas aumenten en intensidad, etc.

Lo anterior es solo una corta reflexión sobre si uno tiene una meta, ya sea para la vida o para la empresa, esta requiere no solo tomar decisiones sino mucho esfuerzo y preparación para alcanzar esa meta, adquiriendo herramientas, cualidades, capacidades, que permitan enfrentar distintos escenarios, lo que empieza por el conocimiento e información, pues la trillada frase de que ‘el conocimiento es poder’ es ciertamente real; lo anterior es seguido por el análisis de esos escenarios, nuestro estudio de riesgos, lo que nos permite saber que vamos a necesitar para enfrentarlos.

Entonces, debemos vivir con temor del futuro y prepararnos para todo lo posible o imposible que pudiera suceder?. Ni lo uno, ni lo otro, ni debemos temer al futuro, ni podemos prepararnos para todas las posibilidades. Lo importante es empezar por lo que si podemos manejar y si lo hacemos bien y tenemos la capacidad de irnos adaptando a los cambios, nuestra sobrevivencia (o de la empresa) y el triunfo estarán asegurados, porque el futuro lo dirigen los que sobreviven a los cambios porque están adecuadamente preparados.

Ahora bien, todo lo anterior puede sonar demasiado etéreo, por lo que es mejor aterrizarlo con un ejemplo concreto: si dirigimos una empresa exitosa, que fue creciendo a costa de mucho trabajo, enfrentando todos los obstáculos con mucho esfuerzo y dedicación, este éxito es el resultado de una serie de decisiones que nos llevaron a este momento y estas decisiones construyeron una historia que nadie pensaba que fuera la que es hoy en día, lo que da lugar a mucho orgullo y satisfacción cuando miramos atrás y vemos de donde venimos. El problema que que a medida que este crecimiento se vuelve mayor, es cada vez más difícil el mantener ese crecimiento, ya sea porque el mercado cambió desde que empezamos y sus necesidades también van cambiando e internamente no estamos preparados para atender esas nuevas necesidades, o porque entramos a una zona de comfort que nos lleva a no entender lo que realmente esta pasando y caemos en el error de pensar que no tenemos nada que cambiar.

Para atender lo primero, debemos contar no solo con un equipo adecuado, sino también con una estructura organizativa que funcione de manera eficiente, ya sea con procedimientos claros y bien definidos, sin caer en la burocracia extrema, una adecuada gestión financiera y administrativa, un adecuado sistema de control, una eficiente y oportuna gestión legal que se anticipe a los problemas y por sobre todo una adecuada gestión de personal que contribuya a buscar las mejores personas para la organización, pensando en su futuro, en lo que esperan alcanzar y no en el pasado, en lo que tenían cuando empezaron, porque tal vez ese equipo, que tal vez es muy comprometido y dedicado, no sea el ideal para dirigir una empresa más grande y que se adapte a los nuevos tiempos.

El otro aspecto es la necesidad de entender que el mundo es cambiante y tenemos que adaptarnos a ese mundo cambiante continuamente. Heraclio decía que ‘lo único constante es el cambio’, lo que es una máxima que ha sido probada a lo largo de la historia y que debe guiarnos para saber que si nos conformamos con el status quo, pensando que nada muda, vendrá alguien que si se adaptará y nos sacará del mercado.

El entender los cambios y que debemos adaptarnos nos lleva a la importancia de tener información fidedigna y oportuna, que bien analizada nos lleva a tomar decisiones rápidas o al menos racionales, el hablar con especialistas, el actualizar la información del mercado, el leer las noticias diariamente, el revisar los cambios normativos, etc, son herramientas básicas paras la toma de decisiones que ayudan a tener mayor certeza de los cambios y prepáranos mejor para el futuro.

En resumen, una organización adecuada, la humildad para entender que no lo sabemos todo y necesitamos a gente que nos ayude en nuestro crecimiento, el aceptar que el mercado es cambiante y estar al día con esos cambios, es lo que nos va a llevar a mantener nuestros logros e incrementarlo, caso contrario, nuestro futuro será realmente incierto. Lo peor, es que no hay puntos medios entre estas opciones.

"No hay secretos para el éxito. Es el resultado de la preparación, el trabajo duro y el aprendizaje del fracaso" ... Colin Powell.


Una reflexión final

Hace más de quince años tuve mi primera gerencia y hace unos diez tuve mi primera gerencia general, habiendo pasado muchos años de un proceso de prueba y error que me llevaron a entender la necesidad de establecer relaciones, adquirir conocimientos, confiar en mi equipo, ayudar a otras personas en el camino y ser humilde para entender que no lo se todo y que un equipo, trabajando, en igualdad, puede construir cosas maravillosas.

En este tiempo entendí que no todos podrán con los retos, que algunos se irán y otros llegarán, que decisiones duran deberán ser tomadas, que los negocios son negocios para generar utilidades, que todas las personas merecen respeto, que el crecimiento es limitado si no se tienen bases solidas y que el futuro es de quienes están preparados para ello. 

Lo que más me ha costado en este tiempo es que todo mi equipo logre entender estos principios, porque a veces nos concentramos tanto en nuestras tareas asignadas, que perdemos de vista que debemos apuntar a más, con una visión más amplia del entorno y menos egoísta, pensando en los demás en el proceso y que si logramos ese crecimiento no solo será bueno para la empresa, sino, para nosotros mismos, tanto a nivel personal, como profesional. Mientras tanto, el trabajo que me ha tocado y me toca hacer, es acompañarlos en el proceso y a veces ser un guía, otras un ente inquisidor, que les ayude a darse cuenta de donde tienen que mirar y porque hacerlo, algo que es trabajo de todo líder de una organización, que luego debe dar un paso al costado para dejarlos seguir su camino a medida que ya estén listos para ello, así como el futuro de la organización estará asegurado.

Quien quiere asumir posiciones de responsabilidad debe entender muy bien su papel, no solo asegurar el presente, cumpliendo con sus metas y obligaciones, es asegurar el futuro de la organización, y este futuro depende tanto de las personas que la conforman (incluyendo al propio lider) como de lo que hayamos hecho para que esta organización sea eficiente y efectiva; si logramos esto, estaremos preparados para cualquier futuro posible.

"Sentí como si caminara con el destino, y que toda mi vida pasada no había sido más que una preparación para esta hora y para esta prueba" … Winston Churchill.

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